Los expertos aseguran que la solución no será fácil mientras la cadena de suministro no sea transparente y los agricultores se organicen mejor.
No habrá una solución sencilla y rápida al problema de los precios de los alimentos hasta que la cadena de suministro en la Unión Europea (UE) sea transparente y los agricultores se organicen mejor para aprovechar una cuota mayor del mercado, explicaron numerosos expertos europeos en asuntos agrícolas y fuentes de la Comisión Europea a EURACTIV.com, socio de EFE.
En el marco de un evento organizado esta semana (25 abril 2017) en Bruselas, diversos actores clave del sector agrícola europeo compartieron sus puntos de vista sobre cómo debería ser la Política Agrícola Común (PAC) más allá de 2020, con el objetivo de garantizar unos ingresos adecuados para los agricultores, además de precios razonables para los consumidores del bloque europeo.
Una cadena de suministro alimentario desequilibrada
La eurodiputada Angélique Delahaye, del Partido Popular Europeo (PPE), sugirió recientemente cuatro propuestas que, en su opinión, deberían formar parte de la futura PAC. En su opinión, la nueva política agrícola del bloque europeo debería mejorar la estructura de la cadena alimentaria, y ayudar a los agricultores a colocar sus productos en el contexto adecuado, abordar las prácticas comerciales desleales, reformar la legislación europea de la competencia y promover una mejor coordinación en el seno de la industria agrícola.
“Soy agricultor y conozco la realidad sobre el terreno. Estoy convencido de que los agricultores a menudo se encuentran en una posición demasiado débil en la cadena alimentaria. Deberían estar más protegidos y obtener mayores beneficios del valor añadido de sus productos”, aseguró Delahaye en declaraciones a EURACTIV.com.
En palabras de Pekka Pesonen, secretario general de la asociación de agricultores y de cooperativas agrícolas de la UE (Copa y Cogeca), los agricultores europeos se ven confrontados con riesgos cada vez mayores, que van desde el tiempo adverso, el cambio climático, la volatilidad de los mercados o incluso complejos asuntos de geopolítica.
“A consecuencia de esos riesgos, los agricultores europeos se han tenido que enfrentar, por un lado, a niveles crecientes de volatilidad de los precios y, por otro lado, a menores ingresos”, aseguró.
Para contribuir a superar la volatilidad del mercado, Pesonen aseguró que habría que poner a disposición de los agricultores nuevas herramientas mediante una PAC más fuerte, con reglas homogéneas para toda la UE.
No obstante, en su opinión no habría que cambiar la actual estructura de la PAC. En ese sentido, sugirió que se mantengan el primer y segundo pilar, además de los pagos directos a los agricultores, ya que, dijo, esas son las mejores herramientas para que los agricultores gestionen los riesgos y puedan estabilizar su nivel de ingresos.
No obstante, Pesonen subrayó la necesidad de simplificar la PAC, ya que –dijo- “su complejidad es un lastre para la innovación y la eficacia y supone una carga administrativa para los agricultores”.
“Hay un claro desequilibrio de poder en la cadena de suministro de alimentos que a menudo se traduce en prácticas comerciales desleales, que se aplican contra los eslabones más débiles de la cadena: los agricultores”, aseguró Pesonen.
“Mientras que el comportamiento poco ético e injusto siga produciendo beneficios económicos, no tendremos una cadena de suministro alimentario transparente y eficaz”, subrayó el portavoz de los agricultores de la UE.
A consecuencia de ello, Copa y Cogeca apoyan la introducción de legislación a nivel comunitario para ayudar a reducir las prácticas comerciales injustas, subrayó Pesonen.
La calidad de los alimentos: un punto fuerte de Europa
Christel Delberghe, de EuroCommerce, una organización que representa a los minoristas, aseguró que comprende la difícil situación que afrontan los agricultores de la UE. No obstante, recordó que el sector minorista de la UE ha tomado medidas para ayudarles a superar la crisis, a través de apoyo financiero o de esfuerzos de promoción de sus productos.
“Pero el hecho es que compran un volumen bajo directamente a los agricultores, y los precios minoristas apenas tienen relación con lo que se les paga a los agricultores”, explicó.
Delberghe citó el sector lácteo como ejemplo, al tiempo que subrayó que menos del 15% de su producción acaba en los anaqueles de los comercios minoristas como leche para beber. “Solamente aumentar el precio de la leche para beber, tiene poco impacto en el precio final que reciben los productores lácteos”, dijo.
La representante de EuroCommerce aseguró que la cifra de consumidores que desean pagar más por alimentos procedentes de la agricultura orgánica, local o de calidad más alta crece cada vez más, y subrayó que la calidad de los alimentos es una de las cartas ganadoras de Europa. “Es el punto fuerte de Europa, y también hace que los comerciantes minoristas atraigan a la gente a sus negocios”, explicó Delberghe.
EuroCommerce asegura que apoya muchas de las recomendaciones para la PAC, incluida una política agrícola orientada al mercado en la cual el mercado sea transparente, además de medidas para reforzar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, y (medidas) que también aborden en qué manera el mercado afecta a la volatilidad de los ingresos de los agricultores.
“Los minoristas quieren que el sector agrícola sea capaz de sobrevivir a largo plazo, y están dispuestos a arrimar el hombro mediante un diálogo constructivo”, aseguró Delberghe. “Los parches populistas a corto plazo no ofrecerán una solución sostenible”, agregó.
Comisión Europea: “no hay una solución fácil”
En relación con el tema de los precios, Tasos Haniotis, Director de Estrategia, Simplificación y Análisis Político en la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea (DG Agri), aseguró que hay un desfase entre la manera de funcionar del mercado en la teoría, y otra en la práctica.
“Hay imperfecciones del mercado y aumentos de precios que siempre se repercuten en el consumidor, pero cuando los precios caen, los productores sufren pero los ahorros no se transfieren a los consumidores”, subrayó.
Al mismo tiempo, el funcionario apuntó que nadie debería esperar una solución fácil a este tema “antes de que resuelvan los problemas no sólo en cuestión de transparencia en la cadena alimentaria, sino también en cuestiones de organización interna de los agricultores”.
“Hasta que los agricultores se organicen mejor, no van a poder optar a una cuota de mercado mayor”, explicó, al tiempo que agregó que los consumidores notarán un efecto mayor (a la baja) sobre los precios si se preocupan por mejorar su información sobre los productos que eligen.
“El papel de la PAC al abordar este tema debería pasar por mejorar la transparencia y el mejor funcionamiento del mercado”, comentó Haniotis. Cuando se habla de calidad, aseguró, la PAC debería garantizar que los productores respetan las normas de la UE, y que ello permite a los consumidores europeos hacer una elección bien informada de los productos que eligen.
En relación con la nueva PAC, aseguró que el foco del debate pasa por garantizar que el consumidor europeo puede seguir dando por hecho la buena calidad del producto en el futuro, al igual que hoy en día.
El funcionario señaló que la Comisión Europea está intentando conjugar varios elementos complejos: “hay una tensión entre la economía y el medio ambiente, subsidiariedad y simplificación, crecimiento y puestos de trabajo (…) no siempre van de la mano”, señaló.
No hay consumidores bien informados en Europa
Para Genevieve Savigny, miembro de la filial europea de Via Campesina, el argumento de que en Europa no hay consumidores bien informados es falso. “En relación con la gente que tiene bajos ingresos, solemos decir que tiene un bajo nivel educativo, lo cual no es cierto (…) Saben lo que es bueno, simplemente no pueden permitírselo”, explicó.
Savigny subrayó que la PAC no debería necesariamente estar orientada a la exportación. Hoy en día, apuntó, hay muchas nuevas formas de llegar a los consumidores, entre ellos la agricultura comunitaria.
“¿Tiene la PAC que estar dominada por las exportaciones sólo porque en el Tratado de Roma se diga que (la PAC) debe estar orientada por la necesidad de (garantizar) la seguridad alimentaria, la estabilidad de los mercados, y el garantizar ingresos para los agricultores, al tiempo que se mantienen las áreas rurales y el campo”?, se preguntó.
Savigny explicó que su organización está formada por agricultores que explotan granjas de pequeña dimensión, que tienen contratos directos con los consumidores y realizan ventas pequeñas o el procesado de alimentos en las granjas como forma de obtener un mayor valor añadido. “Como resultado obtenemos en realidad un mejor ingreso, disfrutamos de mejores condiciones de vida, de mejor calidad de vida, pero eso es gracias a un gran esfuerzo”, explicó.
“Es realmente algo muy positivo ser capaz de procesar y vender tus productos directamente en diferentes mercados locales”, agregó Savigny.
En ese sentido, subrayó que los consumidores europeos están dispuestos a pagar un precio más elevado por un producto de mayor calidad si es fresco y sabroso, en especial si conocen al productor. “Por ello también hay un valor social, por así decirlo, ya que te conocen, y se establece una relación de confianza”, subrayó.